La marca sueca de automóviles Volvo será el primer fabricante en incorporar el sistema Kers en vehículos de producción en serie.
Hasta ahora lo más parecido a esta nueva autoparte eran los sistemas de ayuda a la recarga de las baterías utilizados en vehículos híbridos o en modelos con motor térmico.
Aunque en todos estos casos se produce un importante ahorro energético, nunca se había aplicado la fuerza acumulada en el volante de inercia directamente sobre las ruedas traseras. Justamente es ahí donde apunta Volvo y por eso, puede convertirse en el gran pionero.
El Kers en cuestión está planeado para que algunos de sus modelos puedan incorporarlo dentro de pocos años. Según este fabricante, el volante de inercia podría llegar a acumular la energía suficiente para girar a 60.000 revoluciones por minuto y aplicar la potencia equivalente a 80 CV directamente sobre el eje trasero. Este sistema será especialmente útil al detener el coche por completo y volver a ponerlo en movimiento, como por ejemplo, al llegar a un semáforo.