¿Cómo podríamos fijar la dirección en la que queremos que vaya nuestro negocio? ¿Cómo podríamos hacer para que nuestros gerentes o responsables de venta o de sucursales tengan un objetivo claro? O si es un comercio… ¿cómo podría hacerlo yo?
Para comenzar vamos por el principio base:
¿Que es una meta para usted? ¿Es importante fijarla y alcanzarla?
Puede ser algo sencillo o muy grande, pero las metas o planes para el futuro deben fijarse para poder conocer el rumbo.
¿Cree que las personas deben vivir esperando que los clientes compren o paguen por la infinita gracia del Universo? ¿O cree que debe hacer algo por usted mismo?
Una meta es un fin que usted quiere alcanzar. Fijar metas en la vida es parte de ella. ¿Le parece que no deberíamos planificar?
¿Cuando usted tiene un bebé no se imagina su futuro? ¿No piensa sobre qué será cuando sea grande?
¿Y con ello no le estamos fijando una meta?
El marketinero más poderoso
Como usted bien sabe señor lector, mi teoría es que el marketinero más famoso es DIOS. Sí, el Todopoderoso.
Cuando Dios le dijo a Noé que enviaría un diluvio y le dijo que construyera un Arca… ¿No era una meta lo que le estaba pidiendo Dios? Y Noé seguramente la vio en su mente. Se la imaginó (al Arca) y quizás hasta la dibujó, por lo tanto Noé tenía una meta muy claramente marcada, sea o no por Dios. Noé tenía lo que llamaremos una meta específica: Construir un arca.
Si seguimos con el Viejo Testamento, José es otro protagonista bíblico que fue elegido primer ministro de Egipto y su misión era conseguir que Egipto pasara la hambruna que luego descubrirían que duraría 7 años. Tuvo una visión y luego una meta: la de acumular trigo.
¿Cuál era la meta de David frente a Goliat? Eliminar el adversario, para defender la gloria de Dios.
Como verá, el primer marketinero que creó el tema de las metas o como dice
Stephen Covey en su libro “7 hábitos de la gente altamente efectiva”: “Comience con un fin en mente”, para nosotros META ESPECIFICA”.
No importa si estamos hablando de vender una tapa de cilindros por semana o un conjunto de amortiguadores por día; lo que importa es tener el objetivo claro entre usted y sus colaboradores. Si comunica tal objetivo, meta o deseo, seguramente estará más cerca, sólo con compartirlo.
Tres puntos clave
Cuando fija una meta, hay que ver si se elige una fácil o una más difícil de la que podría lograr casi sin esfuerzo.
Poner una meta específica es:
- Pensar e imaginarse que…
- Visualizar el cómo.
- Definir un rumbo para alcanzarlo.
Cuando una meta exige su esfuerzo, descubrimos y reconocemos que somos capaces de hacer más de lo que nos hemos propuesto o creemos poder. Tomemos como ejemplo una banda elástica. La medimos en su longitud y luego que la mantenemos estirada durante algún tiempo, descubrimos -después de medirla- que ya no mide lo mismo: es más larga. Y si lo volvemos a hacer, volverá a ocurrir. El largo de la banda elástica se expande, como su capacidad de alcanzar las metas.
Fijar metas como algo planeado u organizado incrementa la confianza en uno mismo. Toda persona de éxito se fija metas, sea un ama de casa o el mejor empresario. Es más, las mujeres que hacen los quehaceres de la casa si no se organizan y no se ponen metas diarias, nosotros no comeríamos a tiempo ni tendríamos ropa planchada o nuestros hijos llegarían tarde a la escuela.
¿Le parece que sin metas la va a pasar mejor? ¿Sabría para donde ir? ¿Qué es lo que los haría sentir bien o una persona de éxito?
Las 4 “E” de la planificación son:
1- Energía: para poder realizar
2- Entusiasmo: para realizarlo en forma positiva y no como una carga.
3- Emoción: Poniéndole la pasión, que es el plus a lograr sobre lo estándar.
4- Esperanza: Poniendo soporte y no resistencia al fracaso.
Si su sueño es lo suficientemente fuerte y lo visualiza, y le pone la energía, entusiasmo, emoción y esperanza, sin duda podrá ser una persona de éxito.
Para terminar, recuerde: su vida la elige usted y si piensa antes qué va a elegir, seguramente le irá mejor, Fíjese una meta en su negocio o empresa cada día y recuerde que…
¡GANAR SE ELIGE!
¿Cuáles son los inhibidores?
Uno de los inhibidores a la planificación de una meta son las personas perezosas, los que esperan que las cosas pasen porque sí, ¿Así que nos podríamos sentir diferentes, no?
Otro inhibidor por más que la persona sea proactiva es el miedo al fracaso, pero si no lo tenemos, no le pondríamos esperanza, ¿verdad?
Como dice en su libro Patricia Hashuel:
“Si podemos planificar, podremos estar más preparados a lo que nos va a pasar en un futuro, lo que nos bajará el estrés y nos permitirá no perder el control sobre lo que hacemos. Sólo tenemos poder sobre nuestra reacción y nuestros pensamientos, no olvide que nuestro objetivo final es ser felices”.