En el número anterior, los autores hablaron de ¡las 8 maneras de fundir su empresa.Hoy, con mucho sarcasmo pero también con mucha observación, tocan otro tema muyprofundo que merece ser analizado.
1. Quiera más a su empresa que a su familia
Participe de muchas reuniones en su empresa. Llegue tarde a su casa, olvídese de los aniversarios de casados, falte en algún cumpleaños de sus hijos. Especialmente deje de ir si se organiza una obra de teatro donde su hijo actúa, un partido de fútbol donde su hijo juega, o ir a despedirlo en su viaje de egresados Olvídese de llevar un regalo de cumpleaños, déjelos en las vacaciones 15 días o un mes sin su compañía, y usted viaje a resolver los problemas de la empresa. Cuando hable en la mesa, cuénteles que problemas tuvo con tal o cual empleado. Pero el secreto es hablar mal de los empleados. Tal vez no haya podido cobrar a tiempo una factura. No se olvide de mencionarlo.
2. Mienta, pero mienta mucho
No importa la ocasión. Agrande sus logros. Invente situaciones para justificar por qué le va mal. Echele permanentemente la culpa a los demás. Mienta, explique cómo usted es una pobre victima de las circunstancias y de gente que se aprovechó de usted. Pierda dinero en los negocios e invente por qué no pudo pagar los gastos de la casa. Mienta también cuando se olvide de alguna obligación que contrajo con la familia. Cuénteles a sus hijos, que usted JAMAS hizo esto que ellos le “están haciendo a usted ahora”.
3. Tenga muchos secretos
Cuente algo a uno solo de su familia y pídale que no le cuente a los demás. Guárdese información “porque puede caerle mal”a alguno de sus hijos, a su esposa o a sus familiares directos. Cuanto más tonto sea lo que no va a contar, más secreto guarde sin comentarlo. Haga inversiones sin compartir adónde las hizo, ni cuente jamás en que estado está su empresa. Confunda permanentemente “discreción”con ocultamiento. Oculte todo lo que pueda, total los demás son tan tontos: nadie se va a enterar.
4. Haga silencios, manténgase en su mundo
No hable, no conteste, no escuche. Manténgase en silencio. Si alguien le pide una opinión, mire fijamente y cierre la boca. Total el otro se va a poner ansioso y va a hablar por él y por usted. Descanse, no se gaste en tener en cuenta al otro. No le comente lo que piensa: ¡el otro no se merece su palabra! Si lo saludan, manténgase reservado, mire sin responder. Usted creerá que así pasa por inteligente. Y recuerde que muchos como usted no hablan simplemente porque no tienen nada que decir.
5. Tenga migrañas, diarreas, dolores permanentes
Y no los haga tratar. Cuando le hablen y esté con migraña, no responda. Métase en su dormitorio, baje las persianas y que nadie se le acerque, ni que lo mire ni que lo toque. Tenga diarreas justo antes de salir con su familia a algún lugar. Así lo esperan pacientemente. Después salga con cara de sufrir mucho, así tampoco lo molestan y usted puede seguir sumergido en sus pensamientos. Sufra de muchos dolores de espalda y no vaya a ver al médico. Se ahorrará de cargar valijas o las compras del supermercado. Además, no se olvide de que no hay nada mejor que una cara de espalda dolorida para que nadie de su familia le venga con problemas.
6. Hable mal de un hijo delante de otro, y de su mujer delante de todos
Esta es una técnica perfecta para desvalorizar a los suyos y generar competencias, envidias, exclusiones. En fin, todo lo que quiera conseguir para meter una cuña entre sus hijos será bienvenido con esta acción. Prepare enemigos fraternales para el futuro, tal vez como le sucedió a usted y no sabe como frenarlo. Muéstreles a los demás cuán fuerte, importante, inteligente, instruido, buena persona es usted… hablando mal de su mujer. Elija a sus amigos más íntimos. Tenga por seguro de que cada uno se lo contara a su mujer y llegara a oídos de la suya en cualquier momento. Pero a usted le gustan los conflictos. Y si no los tiene… ¡puede crearlos! Pero lo máximo, será tratar mal a su mujer delante de todos. Tendrá el titulo de “macho”. Pero no olvide que los machos también son las cabras y los toros. Todos ellos portan cuernos.
7. Hable muy bien de los hijos de sus amigos.
No olvide hacer significativos silencios cuando mire a sus hijos, mientras le cuentan a usted qué buenos alumnos son, qué descollantes profesionales son. Pero lo más importante es que cuenten lo bien que tratan a su padre… No se preocupe. No solo sus hijos no le creerán, sino que lo odiarán a muerte, y les resultará una afrenta que llevarán consigo toda su vida.
8. No consulte con los Mentores de Mentoring Empresario.
Esta ayuda le puede ocasionar complicaciones a la hora de desunir a su familia, crear conflictos, dejar bombas de tiempo para cuando usted no esté. Porque, en definitiva, después de muerto, ¿qué le importa cómo queden o lo que puedan pensar de usted hasta la tercera generación? En fin, que se arreglen, total usted no va a ver ni compartir los problemas que deje por desidia, despreocupación, o simplemente egoísmo y mala leche.
