Si la estrategia de una empresa se basa sólo en la reducción de costos, en un momento lo único que quedará por hacer es bajar la persiana.
"Las personas no son recordadas por el número de veces que fracasan, sino por el número de veces que tienen éxito"
Thomas A. Edison
Las mesas de los cafés están llenas de grandes ideas y mejores soluciones, tanto para mejorar el equipo de fútbol, la economía del país y hasta problemas sentimentales.
¿Cómo es posible entonces que tanto ingenio y creatividad no se utilice en la práctica de todos los días y podamos mejorar tanto a nuestro país, como a nuestra familia y a nuestra pequeña o grande empresa?
En el mundo existen miles de Universidades, Institutos de Enseñanza, Profesores idóneos y experimentados, que junto a los cientos de libros que se imprimen todos los años ofrecen nuevos conceptos y soluciones prácticas para todo tipo de empresas. ¿Por qué entonces existen tantas empresas que no logran progresar o solucionar sus problemas, si el conocimiento está al alcance de todos nosotros?
The American Management Associations, Inc de Nueva York, es el instituto de capacitación más grande del mundo y cuenta con una amplia experiencia en la formación de profesionales de todo tipo de industria y servicio. Según ellos, menos del 3% de los participantes en los cursos y seminarios intentan aplicar en sus empresas alguno de los conocimientos que aprendieron durante sus estudios.
Una de las razones del fracaso de intentar implementar algún tipo de ideas nuevas o metodologías, es el jefe de uno. Y si uno es su propio jefe, la situación es aún más seria.
El jefe, por lo general, no considera apropiado el momento, o no hay quién lo pueda aplicar: "se necesita alguna inversión"; "hasta el momento la empresa funciona bien, por qué introducir cambios"; "es muy riesgoso"; "la economía está en recesión y debemos concentrarnos en la reducción de costos" y otros argumentos variados.
Esto es lo que se llama el temor al cambio y nos olvidamos de que lo único permanente en la vida son los cambios y debemos ajustarnos a los mismos si queremos sobrevivir. Si pensamos que la única solución es la reducción de costos, es como ver el árbol que nos impide ver el bosque. ¿Hasta dónde podemos seguir reduciendo? Llega un momento en que sólo resta bajar la persiana y quedarnos sin negocio.
Sin inversión no hay producción ni mayores ingresos. Muchas veces la inversión no significa dinero, sino tiempo, ejecución, cambio de viejas formas de trabajar e implementación de nuevas. Es tan importante lo nuevo que comenzamos a hacer, como lo que dejamos de hacer.
Siempre podemos encontrar una buena razón para no hacer nada y desperdiciar una buena oportunidad de negocio, o declinar una oferta importante. Seguramente lo hicimos en el pasado, durante los buenos momentos, pero estábamos muy ocupados vendiendo sin prestar atención a que es necesario sembrar para el futuro, de manera que -si es negativo- nos encuentre preparados para enfrentarlo.
No hay ninguna duda de que éste es un momento extremadamente difícil. Pero siempre habrá tiempos difíciles y complejos. Debemos dejar de pensar cuán difícil es el momento y pensar qué es lo que el momento requiere que hagamos para sobrellevar esta situación.
Cuando existen problemas, también existen oportunidades para las nuevas ideas y los nuevos proyectos. El mercado necesita un cambio. Su empresa necesita un cambio. Su gente espera ideas nuevas que la entusiasme.
Como dice Seth Godin: "Usted tiene el poder de la decisión. Usted puede fortalecer esa decisión todos los días. Nunca es demasiado tarde para elegir el optimismo, para preferir la acción, el cambio y elegir la excelencia. Lo mejor de todo esto, es que sólo lleva un segundo tomar la decisión."
Los cambios y las nuevas acciones, no son necesarias llevarlas a cabo todas al mismo tiempo y rápidamente. Recuerde a los osos marrones y la diferencia que hace la resistencia y la perseverancia.
Así como los bebés aprenden a caminar de un paso a la vez, también muchas otras cosas se hacen de a poco, como aprender, conocer, hablar y hacer. Sólo hágalo.
