El nuevo espacio denominado Centro de Experimentación Energética y Medioambiental simula climas que van desde los -20°C a los 55ºC y alturas desde los -200 a 4.300 m; recrea nieve seca, en polvo, húmeda y todo tipo de circunstancias para testear los automóviles.
Esto permite reducir los tiempos de desarrollo, los costos y las emisiones de CO2. Allí se estudian el 95% de las necesidades de conducción de los clientes de BMW.
Las instalaciones cuentan con las tecnologías más avanzadas y, según la empresa, no existe otro establecimiento similar en el mundo de la industria automotriz.
El centro cuenta con dos cámaras climáticas: una con la que se simulan principalmente los efectos de la presión debido a la altitud y otra con la que se representan las temperaturas.
Además, tiene tres túneles de viento (térmico, climático y medioambiental) que son complementarios, en los que se pueden programar trayectos. Presenta además una banda de rodadura para motos, que es única en el mundo y permite hacer estos ensayos también en los productos de BMW Motorrad.
La firma aún efectúa pruebas en las rutas reales, pero lo hace con un bagaje de información preexistente que permite optimizar algunos parámetros y verificar lo obtenido en el nuevo centro de la marca.