Cómo trabajar sin stress

El estrés está presente en la vida cotidiana y es en el trabajo donde se refleja con mayor poder. Problemas y decisiones llevan constantemente a estados de angustia y nerviosismo que pueden ser paliados si se tienen en cuenta variables como las que se detallan en esta nota. ¿Quién no está estresado? En mayor o menor medida, el trabajo diario está lleno de cuestiones que pueden desembocar en situaciones estresantes que, además de hacernos desarrollar nuestra tarea de manera limitada o bajo presión, puede dañar en mayor o menor medida nuestra salud. Tal vez nunca podamos escapar definitivamente del estrés, pero con ciertos métodos y cambios en las costumbres de encarar el trabajo se pueden atenuar sus consecuencias y puede permitirnos encarar los problemas y las decisiones de una manera diferente. Veamos cuáles son esos puntos. Establecer metas claras y definidas
Un porcentaje mínimo de empresarios y profesionales tiene sus objetivos claros. Si no sabemos dónde ir, no llegaremos a ninguna parte. Establecer metas definidas implica una previa reflexión estratégica de hacia dónde queremos llegar con nuestra empresa o negocio, establecer una visión del futuro que deseamos. Lo más importante es que debemos fijar objetivos específicos, con fechas claras de concreción. Eso nos hará más previsibles, evitará sorpresas, hará decrecer notablemente los momentos angustiantes.

Planificar por prioridades

Todos estamos desbordados por “lo urgente”. Esta auténtica cultura es muy dañina, por cierto. Es imposible vivir corriendo detrás de los problemas de manera constante. Nadie puede sostener semejante ritmo de presión. Por lo tanto, es crucial dedicar tiempo a la planificación estratégica. Media hora por día puede ser suficiente para pensar en cómo encarar las cosas de acuerdo con las prioridades. Hacer lo que se puede hacer y lo que no se puede, dejarlo para otro día. Hay cosas que se pueden posponer: eso permite que la mente se despeje y se concentre solamente en “lo importante” de cada día.

Hacer las cosas de una en una
El hombre-orquesta suele hacer de secretaria, empleado, contable y responsable informático. Pero además, en su ansiedad, cree que haciendo varias cosas a la vez es más efectivo. ¡Gran error! Si estamos escribiendo un e-mail y suena el teléfono, rápidamente atendemos la llamada mientras seguimos escribiendo, y en ese momento, entra un empleado en el despacho, a quien también pretendemos atender y simultáneamente firmamos unos documentos que trae en la mano. Las 3 tareas vamos a realizarlas con un nivel de calidad y atención muy pobre, pero además, está comprobado que no vamos a ganar tiempo sino que vamos a estar metidos en 10 tareas diferentes sin terminar ninguna, colocándonos al borde de la locura.

Ser dueño del tiempo

El tiempo es nuestro mayor tesoro. Si no somos dueños de nuestro tiempo, seremos esclavos de él. Debemos ser conscientes de que el día tiene unas horas limitadas, y en función de eso, planificar esas actividades para el tiempo disponible. Es interesante realizar un análisis honesto y exhaustivo del tiempo que dedicamos al día a cada tarea, y luego hacer el cómputo semanal. Seguro que haremos descubrimientos muy útiles en cuanto a utilizar el tiempo de manera productiva. Si decidimos trabajar en ello, aumentaremos espectacularmente nuestra capacidad de trabajo sin estrés. No dejar para mañana
Hay gente que no resuelve algunas situaciones y las deja para mañana. Pero al otro día se juntan con los nuevos problemas, formando una cadena que no sólo no termina nunca sino que cada vez se va haciendo más larga y pesada. Aunque implique un esfuerzo, es mejor terminar con algunas cosas en el mismo día. Peor es el estrés de los problemas que nunca se acaban. Estar siempre presionados no es bueno
Hay gente que se llena la boca diciendo que necesitan un cierto nivel de tensión para ser efectivos. Sin embargo, está demostrado que una persona estresada actúa con un alto nivel de confusión mental y emocional, lo que provoca una reducción drástica de productividad y creatividad. Por no hablar de los cada vez más habituales infartos, úlceras de estómago y otros trastornos por un estrés mantenido durante la vida profesional. Saber delegar
Todo no se puede hacer. Uno es importante en su negocio o en su empresa pero si no se apoya en empleados que lo ayuden en la tarea diaria, el trabajo se volverá insostenible. No siempre hay que estar encima de todos los problemas: hay otras personas que pueden hacer el trabajo y darnos un reporte sobre la marcha de los mismos. Muchos dicen que no encuentran personas en quien delegar. Eso es muchas veces una muestra de omnipotencia: si bien a veces cuesta toparse con gente capaz y de confianza, también es cierto que uno puede enseñar o dar directivas de cómo quiere que se hagan las cosas. Delegar no sólo implicar reducir márgenes de estrés. Le permitirá tener más tiempo para pensar mejor en su negocio.

Ser flexible

Las diversas situaciones pueden requerir aproximaciones y estrategias diferentes. Y lo mismo podemos decir de las personas. Cada persona es única y requiere que la tratemos de un modo único. A veces, esa persona que parece ser incompetente, tal vez sólo esté necesitando unas horas de instrucción. Algunas personas necesitarán una mayor supervisión, mientras que otras rendirán mejor si tienen mayor libertad. Si se tiene la flexibilidad suficiente como para saber amoldarse y adaptarse a las diversas situaciones, uno se puede librar de una gran cantidad de estrés. No ser excesivamente perfeccionista
Nadie es perfecto, de modo que no espere ser perfecto o que los demás lo sean. Es bueno preguntarse: ¿qué es lo que realmente hay que hacer? ¿Cuánto puedo hacer? Es bueno buscar que todo esté 10 puntos, pero se sabe que eso es imposible. A veces, las cosas 7 puntos pueden darnos la misma satisfacción y nos permite pasar a resolver otros temas. Evitar el bla-bla
No quiera saber si hablaron mal de usted, ni se atormente con esos pensamientos. Escuche lo que hablaron bien de usted, con reserva analítica, sin creérselo todo. Estar en el centro de la escena no es fácil pero usted debe centrarse en las cosas que realmente interesan y no en comentarios que nada añaden a su labor cotidiana. Siempre puede haber alguien disconforme, pero usted… ¿se hará problema a todo lo que se diga sobre su persona?

Separar problemas reales de los imaginarios

Uno a veces busca problemas donde no los hay, y suma preocupaciones en cosas que representan una pérdida de tiempo y ocupan un espacio mental precioso para temas más importantes. Escuchar a los demás
Gran parte del estrés en la vida de una persona procede de problemas en sus relaciones con los demás. Es bueno escuchar las opiniones, deseos y puntos de vista de los demás y adoptar una actitud de negociación y compromiso. No parece malo estar dispuesto a ceder en ocasiones, y habrá más posibilidades de que los demás hagan lo mismo en otras, de modo que sea más fácil alcanzar acuerdos que satisfagan a ambas partes. Recuerde que puede ser más productivo y fácil buscar una tierra común que tratar de defender la propia a toda costa.

Cuando el día se termina, se termina

Hay gente que se queda después de hora para seguir trabajando. A veces es inevitable, pero otras veces es una mala costumbre. No se trata de trabajar muchas horas, sino de trabajar menos y de forma inteligente y enfocada. Si dedicamos 10, 12, 14 horas a trabajar todos los días, tarde o temprano nos pasarán factura, en el aspecto personal o físico. Esto no es sano, ni desde el punto de vista profesional ni personal.

Evitar llevar el trabajo a casa

Tampoco es fácil porque a uno le cuesta “desenchufarse”. Además, el celular suena, uno atiende y tal vez termina en una conversación referida a lo laboral en medio de la cena con la familia. Pero muchas de estas situaciones pueden evitarse si se ponen límites. Lo que usted quiere resolver a las 10 de la noche de un día puede hacerse tranquilamente a las 9 de la mañana del día siguiente. Estar 24 horas inmerso en el trabajo, esté donde esté, lo va a mantener en un estado de estrés constante extremadamente perjudicial. Estas son algunas ideas. Llevar a cabo todas juntas puede ser difícil. Pero si se tienen en cuenta a la hora de llevar adelante la diaria tarea, tal vez pueda mejorar la calidad de su día laboral, beneficio que puede redundar en mejoras para su salud tanto psíquica como física. Es como para sentarse y ponerse a pensar.]]>

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