Los radares de prevención de impactos ya se están convirtiendo en algo común en las berlinas premium y su principio de funcionamiento actual se basa en actuar sobre el sistema de frenada para intentar evitar la colisión, o al menos reducir la velocidad de impacto en la medida de lo posible.
Pero la empresa Continental quiere ir un paso más allá, y ha anunciado un sistema que además de trabajar sobre los frenos, se atreve a "indicar" al conductor hacia dónde ha de girar la dirección. El coche no gira solo, sino que el servo de la dirección asistida "tira" un poco del volante hacia un lado.
De acuerdo con Continental, este sistema bautizado como ESA podría verse aplicado a vehículos de producción en un plazo de entre dos y cuatro años, ayudando a reducir la siniestralidad en impactos por alcance.