Wuhan, una ciudad del interior de China, está a punto de superar a Shanghái como primer productor de vehículos del gigante asiático.
A diferencia de la capital norteamericana de los fabricantes de automóviles, que ha sufrido un fuerte declive al ceder protagonismo a otras zonas de Estados Unidos, Wuhan vive una fiebre inversora de la automoción con la reciente llegada de Renault y General Motors (GM) que se suman a Peugeot y Citroën (PSA), Nissan, Kia y, probablemente, también Hyundai. Todos, excepto GM, han desembarcado en Wuhan de la mano de Dongfeng, una empresa pública que ocupa el segundo puesto como fabricante chino de vehículos con 3,87 millones vendidos en el 2015.
Wuhan tenía en el 2015, antes de la inauguración de dos nuevas factorías, una capacidad de producción instalada de 2,5 millones de coches al año, según Jacques Daniel, consejero delegado de la «joint venture» Dongfeng Renault (DRAC). Esa cifra se acerca mucho a la de 2,7 millones de vehículos que produjeron todas las fábricas instaladas en España en el 2015.
]]>