Este pequeño coche echó a rodar por primera vez en público hace unos días, tras estar escondido durante décadas en el museo de Audi.
Los ingenieros de Audi Sport, liderados por Roland Gumpert (el padre del Audi Quattro y del Gumpert Apollo) decidieron desarrollar un nuevo coche de motor central para el futuro Grupo S a pesar de la negativa de la dirección de Volkswagen-Audi. Gumpert y su equipo desobedecieron así al mismísimo Ferdinand Piëch.
En 1985, las pruebas y el desarrollo del coche se hicieron en secreto, en lo que entonces era Checoslovaquia. Gumpert tenía amigos en la región y al sur de Praga, cerca de Zlín, estaba el circuito de pruebas de Desna. Originalmente, había sido creado para Porsche, pero se lo cedieron a Audi ya que estaban dispuestos a pagar.
Cuando Ferdinand Piëch se enteró por la prensa austriaca del desarrollo del coche, ordenó la destrucción de todo el material relacionado con este proyecto (la cúpula de Volkswagen quería cerrar la actividad deportiva de Audi). Tuvieron que hacerlo delante del propio Piëch. Aunque antes, alguien consiguió esconder uno de los prototipos en una nave del museo Audi.