Sobrecarga de responsabilidad, imposibilidad de delegación, sobreesfuerzo físico, son algunos de los motivos del agotamiento y la consiguiente merma en el rendimiento de una empresa.
En mi práctica diaria como Mentor, ocho de cada diez personas llegan quejándose por la misma razón. “Estoy muy cansado”. La pregunta que sigue, por lógica, es: ¿Cansado de qué? ¿Cansado, por qué? Las especulaciones se apelotonan en fila. Se cansan los músculos cuando se les exige más de lo que pueden dar, se cansa la vista cuando uno lee más allá de un tiempo lógico, se cansa uno de la relación con otra persona cuando las dificultades no se pueden sortear luego de varios intentos.
Pero no, estos ocho de cada diez clientes que atiendo aclaran que viven cansados o que llegan muy cansados a sus casas por situaciones que se generan en el trabajo. Mi rol es el de ayudar a discernir la razón por la cual estas personas se sienten agobiadas, para poder encontrar con ellos la forma de utilizar provechosamente el tiempo, las fuerzas y la dignidad, para no llevar a su vida a una indiferenciación de lo que es el negocio del ocio.
Trato empresarios, por ejemplo, que se llevan un portafolios a casa “para adelantar”. En la mayoría de los casos, se trata de lo que llamamos “acompañante fóbico”: necesitan tener algo en la mano para llevar a casa, que por supuesto ni lo toca, pero le da la justificación del cansancio porque, según sus dichos, no alcanza a culminar todo lo que le falta en la oficina. Cuando se dan cuenta de la falacia, dejan el maletín donde corresponde (en el trabajo) y se ocupan sin culpa de gozar de su hogar, o de sus salidas, o de lo que le venga en gracia hacer, sin que “el trabajo lo persiga”.
En las organizaciones relucen las sobrecompensaciones. Está claro que en las empresas, desde el dueño, el gerente, los empleados o los obreros, cuando tienen que hacer horas extras, es porque falla la ingeniería. Es decir, están mal planteados los tiempos previstos para cumplir las tareas, debido a un desfasaje entre lo que el ingeniero, el empresario, el patrón o el gerente exigen a sus subordinados que cumplan funciones en tiempos limites.
Esta dinámica del desfasaje sucede por la ausencia o falla en la previsión de costos del trabajo, y generalmente se busca hacer pagar al empleado, al obrero insuflándole un mayor ritmo a las tareas a desempeñar. Ésta es una razones del cansancio.
Cansa a aquel que pretende que las cosas salgan en tiempo y forma, con una mala organización y delegación del trabajo, cuando es el principal responsable de no saber priorizar y calcular el tiempo REAL que se debe utilizar para llevar a cabo su cometido. Cansa al que es víctima de la exigencia de quedarse un tiempo extra fuera del que tiene pactado con anterioridad, y la suma de enojo, rabia y maltrato es lo que hace que “se llegue cansado al final del día”. Mi función es hacerles conscientes a mis clientes de su responsabilidad y sus limitaciones para poder delegar.
Comprenden que el tiempo “no es elástico”, que no aprendieron a delegar funciones. Recién entonces se hacen cargo de que la dificultad no está en el trabajo en sí, sino en su relación disfuncional con el tiempo, y que es su absoluta responsabilidad las arbitrariedades que infligen a sus colaboradores.
Ahí entonces puente comprender que no es el “trabajo” lo que cansa, sino la forma de relación entre las personas. Por supuesto que hay excepciones, y que ya orillan la frontera de la salud mental:
A. El Síndrome del Burn Out: trabajar sin parar, con un nivel de exigencia interno que lleva a un desgaste emocional; falta de vitalidad; pérdida de energía. Los signos que hacen visible este estado son inequívocos: agresividad e impaciencia, un tono de cierto cinismo, suspicacia e intolerancia. Es el equivalente a un motor de un avión que se quema en un vuelo. Este estado agota, no sólo al que padece del Sindrome del Burn Out, sino a todos los que lo rodean, compañeros, colegas, familia, amigos, y concomitantemente, genera un resentimiento en las relaciones sociales.
B. El Síndrome del Boreaut: es un síndrome caracterizado por las alteraciones psicológicas que produce en el ser humano su confusión por el rol, la función que desempeña y la tarea que le asignaron, pero como debe conservar el trabajo llega a tal punto de fingir que hace algo cuando en las ocho horas diarias de trabajo, no tiene nada que hacer. Este estado de ocultación produce estrés, un sentimiento de peligro ante el riesgo de que lo descubran, y el antídoto mas funcional es explicar lo cansado que vuelve de su trabajo.
C. El Mobbing: solapado, soez, disfuncional, pero que existe y genera mucho daño. Según el diccionario “Trato hostil o vejatorio al que es sometida una persona en el ámbito laboral de forma sistemática, que le provoca problemas psicológicos y profesionales”. Dicho enforma simple, es el de acoso laboral del cual un trabajador puede ser víctima cuando otro empleado o su jefe se dedican a hostigarlo.
Entonces, el cansancio, la abulia, la desesperanza NO TIENE QUE VER CON EL TIPO DE TRABAJO QUE LE TOQUE HACER, sino que lo que cansan son las relaciones disfuncionales entre las personas, en este organismo vivo que se llama “Empresa”. Uno de los más complicados es el “síndrome de inferioridad” del que sufre siendo aquel “servicial” que se mete en cuanto agujero encuentra para trabajar más, creyendo que de esta manera obtendrá reconocimientos, mostrará fidelidad y lealtad a la firma, y que alejarán la posibilidad de sentirse humillados y mal vistos, por lo que intentan hacer méritos.
Hay otras formas solapadas que evidencian esta disfunción. El que tiene familia le hace pasar un maltrato a su prole bajo la justificación del cansancio acumulado en el trabajo, y los que no tienen familia padecen la merma de horas dedicadas a las relaciones, al ocio, al placer.
Para finalizar, creo que es imprescindible, y trabajo arduamente en esto con mis clientes, poder bajar el nivel de autoexigencia, aprender a gestionar la ansiedad, poder decir no. Y básicamente, aprender a jugar, a desarrollar un sentido de humor, que es condición imprescindible para sobrevivir en un lugar donde se pasa más de un tercio de su día.
Prof. Ernesto Beibe
Mentor Personal.
www.ernestobeibementor.com
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