Usados o de segunda, los yonker como se les conoce a estos negocios que operan en los cuatro puntos cardinales de Tegucigalpa, la capital hondureña, se han convertido en una opción para centenares de propietarios de vehículos que a diario buscan repuestos originales a bajos costos.
Miles de partes están disponibles para autos que datan desde 1979 hasta modelos recientes.
Son tantos los accesorios que ofrecen que cualquier profesional de la mecánica puede armar un automóvil en cada uno de los 13 comercios que se dedican a esa actividad en Tegucigalpa.
La competencia entre estos negocios que venden partes usadas ha crecido de tal manera que realizan promociones y ofertas de sus inventarios, tal como lo hacen las distribuidoras autorizadas de accesorios nuevos.
Los yonker mueven millones de dólares al año. Son varios los factores que explican el dinamismo observado por estos comercios, pero los empresarios de este rubro consideran que la crisis económica que afecta a la mayoría de los hondureños es lo que ha contribuido a un mayor crecimiento.
Fuente: www.elheraldo.hn