En el momento actual, China se ha convertido en el mercado más importante del orbe para la industria automotriz, dejando atrás al mercado estadounidense, y seguirá creciendo a las tasas presentes sin mostrar signos de abatimiento.
Por lo tanto, es dable pensar que esa robusta industria automotriz china tenga una expansión internacional en un futuro cercano y que sus más cercanos competidores de Japón, Estados Unidos y Corea difícilmente podrán contenerla. México posee todos los elementos necesarios para poder convertirse en una plataforma estratégica para esa expansión.
Su excelente infraestructura de la industria de autopartes lo posicionan como un confiable proveedor de insumos; su fuerza de trabajo familiarizada con estas tareas abarataría su entrenamiento, creando nuevas fuentes de trabajo; su red de tratados de libre comercio facilitaría la comercialización ventajosa de los productos en los mercados más importantes, siempre y cuando cumplieran con las reglas de origen establecidas. Tal vez en sus inicios los fabricantes de automóviles chinos vinieran como industria maquiladora, pero con un vigoroso programa de integración con proveedores nacionales, al tiempo ésta se transformaría en otro baluarte de la industria automotriz mexicana.
Fuente: vanguardia.com.mx
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