Reiniciar

Nuestra cabeza se acomoda dentro de la incertidumbre para encarar el período con la mayor eficacia posible. Una coyuntura para ver nuestro negocio y preguntarnos qué hace falta poner de nuestra parte para salir adelante.

 

 

Recesión, colapso cambiario, ausencia de precios, la película es demasiado conocida para que el canal de venta autopartista tenga tiempo para pegar el grito en el cielo y quedarse en el molde. El mercado pide respuestas cada día y no espera necesariamente a que sobrevenga algún tipo de calma chicha adosada a la primavera para salir, una vez más, indemnes por pensamiento mágico. Por el momento hay hay que aguzar la imaginación para atraer clientes, conseguir mejores proveedores, minimizar costos y probar productos nuevos, optimizar la operatoria.

Siempre hay que recordar que este mercado se hizo con el sudor y lágrima de empresarios PyMEs que pusieron el lomo y mucho tiempo. Por ese motivo, es que hay tantas empresas familiares en el sector. Siempre vamos a encontrar maneras de eludir la posibilidad de parar la pelota. Pero si nos ponemos a pensar, seguramente encontraremos momentos en los cuales lo hicimos por decisión propia o por que la vida nos llevó a hacerlo.

 

Volver a empezar

 

En nuestra cabeza, generalmente el mundo está lleno de Cielos e Infiernos, ángeles y demonios, buenos y malos. Pero la realidad es que el mundo es un gran Purgatorio, un lugar de grises. Nos gusta pensar que podemos hacer las cosas bien o mal, que tal o cual empleado es un crack o un tonto, o que alguno con los que hacemos negocios es un “garca”o un tipo de bien. ¿Por qué? Por que parece que es más fácil y seguro. Pero no. El mundo está lleno de grises. Y hacerse cargo de eso puede ayudarnos a tener una mejor vida y un mejor negocio. Dejemos de pensar en blanco y negro y juguemos en las grandes ligas del “mundo de los grises”. No todo lo que hacemos en nuestro exitosos negocios es maravilloso, ni todo lo que hacemos en nuestros negocios que no van tan bien son equivocaciones.

Imaginemos que podemos empezar con la hoja en blanco. Demos las cartas de nuevo.

 

Lista de interrogantes

 

-¿Cómo armaríamos nuestro negocio desde cero?

-¿Venderíamos de la misma manera o cambiaríamos?

-¿Produciríamos de la misma forma o cambiaríamos algo?

-¿Con qué personas nos gustaría trabajar?

-¿A quién elegiríamos de socio?

-¿Con quién no queremos trabajar?

-¿Qué tareas nos gustaría realizar?

-¿Qué tareas claramente no realizaríamos nunca más?

-¿A qué le dedicaríamos más tiempo?

-¿En qué nos gustaría especializarnos?

-¿A qué hora nos gustaría entrar a trabajar y a qué hora nos gustaría irnos del negocio?

-¿Qué nos enseña la crisis para mejorar nuestro negocio?

 

Ahora que respondimos internamente estas preguntas, pongámonos “frente al espejo” y preguntémonos: ¿Nuestro actual trabajo responde a esas preguntas? Si la respuesta es un SÍ, cambiemos lo mínimo posible. Si es un NO rotundo, es hora de empezar de nuevo, sin lugar a dudas.

Preparémonos para hacer la implosión lo antes posible.  La experiencia revela  que es casi seguro que la mayoría estamos en condiciones de decir que la respuesta es “más o menos”. Como hemos dicho, el mundo está lleno de matices de grises. ¿No será momento de volver a empezar con la cabeza más limpia? ¿No será momento de atender a las cosas que queremos cambiar? Una nueva historia comienza en cada cimbronazo del mercado.

 

Nuevos proyectos

Todos tenemos una historia “Lecciones te dio la vida” reza un dicho popular que muestra la experiencia de los mayores. Entonces, ¿por qué no aprender de nuestras propias historias? Así como todos tenemos una historia vivida en el pasado, tenemos una historia por escribir en el futuro. A la historia vivida no le podemos hacer muchos cambios, más allá de agrandar nuestras hazañas o minimizar nuestras metidas de pata. Pero sí podemos hacer algo con nuestra historia por vivir.  Siempre es un buen momento para arrancar con nuevos proyectos y necesitamos tener la mente en alerta. Un nuevo proyecto puede ser trabajar una nueva línea de negocios, apelar a la venta online, distribuir un nuevo producto o simplemente mejorar el negocio que tenemos.

Lo importante es tomar las riendas del asunto. ¿Cómo hacerlo? Con disciplina. No hay más misterio que “hacer”. Dejarse de excusas y hacer lo que hay que hacer. Ser disciplinados es la clave. La “magia” está en ponerse el objetivo de frenar y volver a empezar.

Definir un par de días alejados del negocio y escaparse, sin compromisos, sin móviles encendidos y sin las computadoras. Sentarse y plantearse “¿qué necesitamos hacer para sortear la situación?” Una vez que tengamos definidos qué vamos hacer tenemos que determinar qué vamos a cambiar. Desde ahí, solo queda apretar las teclas indicadas en nuestra organización. ¿Quiénes son nuestros Borrón y cuenta nueva) ¿Quiénes son esas personas que pueden ayudarnos a “rebootear” el negocio? Y sumarlos a la iniciativa. Con el equipo conformado, ya estamos en condiciones de reiniciar. Con el día definido, tomamos la batuta y vamos para adelante: Borrón y cuenta nueva. Un nuevo día empieza, un nuevo mes empieza y nuevas iniciativas empiezan. Somos los artífices de nuestro destino, una vez más. Pero con la cabeza tan clara, no deberíamos fallar.

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