Los fabricantes de autopartes y gigantes tecnológicos cavilan cómo enfrentar la guerra comercial del presidente de Estados Unidos, tras el anuncio de aranceles sobre vehículos y repuestos importados.
La guerra comercial impulsada por Donald Trump, con sus múltiples resonancias geopolíticas en su drástica reordenación de la economía mundial, tiene en vilo a los proveedores globales tecnológicos y de autopartes, conscientes de que los aranceles propuestos por el presidente de Estados Unidos generan repercusiones en toda el mercado automotivo incluso más graves que para los propios fabricantes de coches.
Según una orden ejecutiva emitida por la Casa Blanca el 26 de marzo, en aras de evitar que países como China “estafaran” a Estados Unidos. Trump implementó un arancel del 25% sobre los vehículos construidos fuera de sus fronteras a partir del 3 de este mes, En rigor, las autoridades estadounidenses también han culpado al gigante asiático del estancamiento porque su superávit comercial de billones de dólares con el mundo es el resultado de lo que consideran “abusos del sistema” de comercio mundial que no se han abordado con éxito a lo largo de años de negociaciones.

Según una orden ejecutiva emitida por la Casa Blanca el 26 de marzo, en aras de evitar que países como China “estafaran” a Estados Unidos. Trump implementó un arancel del 25% sobre los vehículos construidos fuera de sus fronteras a partir del 3 de este mes, En rigor, las autoridades estadounidenses también han culpado al gigante asiático del estancamiento porque su superávit comercial de billones de dólares con el mundo es el resultado de lo que consideran “abusos del sistema” de comercio mundial que no se han abordado con éxito a lo largo de años de negociaciones.
Estos aranceles son retos añadidos para una cadena de suministro automovilístico menos robusta tras la pandemia de Covid que sigue enfrentándose a tipos de interés altos, escasez de mano de obra y menores beneficios. Muchos proveedores ya se encuentran en una situación financiera delicada, con márgenes estrechos y endeudados para invertir en la producción de vehículos eléctricos, un reto que no cumplió las expectativas. Se espera que los aranceles del 25% sobre las importaciones de automóviles extranjeros aumenten los precios al consumo, reduzcan la demanda y afecten al crecimiento del empleo del sector.
Lo cierto es que las acciones de muchos grandes proveedores que cotizan en bolsa, como American Axle & Manufacturing Holdings, Magna International y Adient, han bajado dos dígitos este año en medio de los aranceles, aunque otros, como Aptiv y Lear Corp., se mantienen prácticamente estables.
Libro de quejas
“Está claro que no hay rentabilidad en la cadena de suministro para absorber los aranceles”, dijo a la cadena de televisión CNBC Collin Shaw, presidente de la asociación de proveedores de equipos originales MEMA, en criollo, las Pymes del sector. “Los proveedores corren más riesgo”, aventuró el directivo.
Una encuesta realizada a principios de marzo por MEMA entre 139 proveedores reveló que la mayoría de los fabricantes de piezas se veían afectados por los aranceles sobre el acero y el aluminio, y el 97% expresó su preocupación por las dificultades financieras inducidas por los aranceles en los proveedores de menor tamaño.
Estos proveedores suelen fabricar piezas más pequeñas, pero pueden provocar fácilmente interrupciones en la cadena de suministro si su producción se ve afectada. La importancia de estos proveedores se puso de manifiesto durante la pandemia de coronavirus, cuando las cadenas de suministro mundiales se vieron alteradas de forma rutinaria debido a la interrupción de piezas. Mientras tanto, miles de despidos temporales en fabricantes de automóviles y proveedores de piezas en Canadá son “sólo el principio”, advirtió el mayor sindicato del sector privado del país americano.

Golpe a la industria
Por su parte, Swamy Kotagiri, Consejero Delegado de Magna, con sede en Canadá, uno de los principales proveedores mundiales de las terminales, señaló que los aranceles propuestos son “absolutamente perturbadores” para la industria.
“Dada la magnitud de lo que se está discutiendo y hablando, es absolutamente imposible que los proveedores se hagan cargo de esto”, remarcó el directivo, un veterano de la industria automovilística. El CEO reflexionó sobre cómo está tratando de “controlar lo incontrolable” en medio de los aranceles que sacuden la industria.
“Hemos tenido una serie de acontecimientos propios de un cisne negro”, dijo Kotagiri. “El mundo ha cambiado”, sentenció Kotagiri en declaraciones a la agencia de noticias Reuter. “La flexibilidad es clave. Tenemos que tener la huella, la capacidad y la experiencia para ayudar”, afirmó, aunque su éxito depende también de los proveedores más pequeños, que según los analistas, entraron en estado de “pánico” ya que la suba de costos y los ingresos blandos ejercen presión sobre su viabilidad como negocio.
Las grandes empresas como Magna también tienen que rastrear dónde aterrizan sus productos y cuántas veces cruzan las fronteras. Puede haber más demanda para el negocio de Magna en Estados Unidos a medida que los fabricantes de automóviles amplíen la producción en el país para evitar los aranceles. El mes pasado, por ejemplo, Hyundai anunció una inversión de 21.000 millones de dólares en Estados Unidos, y el proveedor Lear dijo que también podría expandirse.
En busca de un nuevo crecimiento, Magna mira en la misma dirección que muchos otros: China, el mayor mercado automovilístico del mundo. El negocio chino de Magna representó el 13% de los ingresos globales de la empresa, donde cuenta con 69 plantas de fabricación que dan empleo a más de 30.000 personas.

Europa se planta
Del otro lado del Atlántico también hay repercusiones. Los proveedores automovilísticos franceses Novares y Valeo están pidiendo a los clientes que cubran por adelantado el costo total de los nuevos aranceles de Estados Unidos, lo que subraya el golpe que supone para los fabricantes globales los aranceles de Trump sobre las importaciones de automóviles.
Valeo, especialista en sistemas de asistencia a la conducción e iluminación, también está pidiendo a sus clientes que paguen el costo arancelario íntegro, incluidos tanto los fabricantes de automóviles que ensamblan coches en Estados Unidos como los distribuidores estadounidenses de piezas de repuestos. “Estamos trabajando para obtener una compensación total por los nuevos derechos de aduana, repercutiendo el 100% de los costos correspondientes a nuestros clientes, y ya hemos obtenido el acuerdo de más del 50% de ellos”, dijo el director ejecutivo de Valeo, Christophe Perillat.
Tajante fue la justificación de Pierre Boulet, presidente de la francesa Novares, que suministra piezas de plástico a uno de cada tres vehículos producidos en el mundo. “Para nosotros, es simple: o pago por adelantado o no hay despacho de aduanas”.
Ejecutivos del proveedor de automóviles Forvia, con sede en Francia, dijeron que la compañía y sus clientes, incluidos los fabricantes de automóviles, han estado planeando diferentes planes de contingencia para los aranceles. «Los coches serán más caros para los consumidores si los aranceles continúan durante mucho tiempo. La industria no puede enviar a pérdidas y asumir otro 25%”, declaró Martin Fischer, Consejero Delegado de Forvia, durante un encuentro con los medios de comunicación.
El proveedor, que fabrica desde asientos de coche hasta baterías, espera que los aranceles de Trump supongan un “enorme” golpe para la industria, en una de las señales más claras hasta la fecha del probable impacto de las nuevas restricciones comerciales de Estados Unidos en el sector del automóvil.
El grupo, entre cuyos clientes figuran Stellantis, Tesla y la china BYD, ha calculado que los aranceles podrían elevar los costos anuales entre 200 y 450 millones de euros antes de tomar medidas defensivas.

Europa se planta
Del otro lado del Atlántico también hay repercusiones. Los proveedores automovilísticos franceses Novares y Valeo están pidiendo a los clientes que cubran por adelantado el costo total de los nuevos aranceles de Estados Unidos, lo que subraya el golpe que supone para los fabricantes globales los aranceles de Trump sobre las importaciones de automóviles.
Valeo, especialista en sistemas de asistencia a la conducción e iluminación, también está pidiendo a sus clientes que paguen el costo arancelario íntegro, incluidos tanto los fabricantes de automóviles que ensamblan coches en Estados Unidos como los distribuidores estadounidenses de piezas de repuestos. “Estamos trabajando para obtener una compensación total por los nuevos derechos de aduana, repercutiendo el 100% de los costos correspondientes a nuestros clientes, y ya hemos obtenido el acuerdo de más del 50% de ellos”, dijo el director ejecutivo de Valeo, Christophe Perillat.
Tajante fue la justificación de Pierre Boulet, presidente de la francesa Novares, que suministra piezas de plástico a uno de cada tres vehículos producidos en el mundo. “Para nosotros, es simple: o pago por adelantado o no hay despacho de aduanas”.
Ejecutivos del proveedor de automóviles Forvia, con sede en Francia, dijeron que la compañía y sus clientes, incluidos los fabricantes de automóviles, han estado planeando diferentes planes de contingencia para los aranceles. «Los coches serán más caros para los consumidores si los aranceles continúan durante mucho tiempo. La industria no puede enviar a pérdidas y asumir otro 25%”, declaró Martin Fischer, Consejero Delegado de Forvia, durante un encuentro con los medios de comunicación.
El proveedor, que fabrica desde asientos de coche hasta baterías, espera que los aranceles de Trump supongan un “enorme” golpe para la industria, en una de las señales más claras hasta la fecha del probable impacto de las nuevas restricciones comerciales de Estados Unidos en el sector del automóvil.
El grupo, entre cuyos clientes figuran Stellantis, Tesla y la china BYD, ha calculado que los aranceles podrían elevar los costos anuales entre 200 y 450 millones de euros antes de tomar medidas defensivas.

Donald va para adelante
Si bien Trump puso en pausa -al cierre de esta edición, nunca se sabe- los aranceles recíprocos a la mayoría de los países, los aranceles a los automóviles siguen en vigor, según informó la Casa Blanca.
De esta forma, los componentes centrales del vehículo importados del extranjero estarán sujetos a importantes gravámenes que añaden costos e incertidumbre a los proveedores de automóviles.
Los proveedores se afanan por hacer frente a la naturaleza agravada de los aranceles del presidente Donald Trump y a la velocidad con la que están entrando en vigor los nuevos gravámenes. El presidente, en rigor, subió la apuesta. Dijo que “no podría importarle menos” si los fabricantes de automóviles suben los precios por los aranceles.