La industria automotriz siente el impacto de la devaluación en Venezuela. Tanto las ensambladoras de autos como los fabricantes de autopartes importaban insumos para su producción a 2,60 bolívares y ahora será con la tasa de 4,30 bolívares por dólar.
Se estima un impacto de entre 33% y 38% en los costos de los vehículos dependiendo del porcentaje de partes locales e importadas de cada modelo.
La modificación de la tasa obligará a las empresas a ajustar los precios en función de la nueva estructura de costos.
En enero de 2010, cuando el Ejecutivo anunció la primera devaluación de ese año en la que se eliminó la paridad de 2,15 bolívares por dólar, las autoridades acordaron que el material de ensamblaje vehicular debía estar en la lista de rubros que se importaría con el cambio preferencial de 2,60 para privilegiar la producción local sobre los importadores, quienes colocarían sus productos en el mercado venezolano a 4,30.
Sin embargo, la depreciación del bolívar anunciada el pasado 30 de diciembre de 2010 alteró ese escenario. Aunque el Gobierno nacional ha limitado las licencias de importación de autos a los acuerdos comerciales suscritos con países aliados, y en consecuencia, a las marcas que fabrican en naciones como Argentina o Ecuador, ahora importadores y ensambladores se regirán con el mismo valor.
Las consecuencias también llegarán al sector de autopartes. Omar Bautista, presidente ejecutivo de la Cámara Venezolana de Fabricantes de Productos Automotores (Favenpa), indicó que 40% de los 200 códigos arancelarios que compran en el exterior los autopartistas el sector estaban en la lista de 2,60.
"Eso también va a significar un ajuste en los costos y por otra parte en las ventas", apuntó Bautista. Aunque destacó que es difícil precisar el salto que tendrán los precios debido a lo heterogéneo del portafolio de productos, aseveró que en algunas compañías la totalidad de la materia prima se cotizaba con la tasa más baja del esquema cambiario.