Una exclusiva total: el líder entrerriano del campo habla de su relación con los coches
¿Qué significa el auto para usted?
Para nuestra familia, que siempre ha trabajado en el campo, tener un auto es tener una herramienta de trabajo.
¿Cuál fue su primer coche?
Tenía un Jeep Willys modelo 47, de doble tracción. Me lo había dado mi papá, a los 14 años, junto con mi hermano mellizo Atilio, para trabajar en el campo. Ese coche era una fiera: pasaba sin problemas por el barro cada vez que llovía y hasta lo usaba para ir a los bailes en Gualeguaychú. Nuestra familia fue pionera en usar una 4×4 ya que durante la década del ‘70 éramos pocos los que teníamos un coche de doble tracción.
¿Cuál es auto que más recuerda?
Una pick up Ford 73 con motor V8 color azul y blanca. La había comprado usada y era de lujo: tenía las baguetas piqueladas y los paragolpes, cromados. Era tan linda que adentro le había puesto luces azules para distinguirla de las otras. Como en ese momento andaba de novio, todos me identificaban por eso, hasta que un día le saqué las luces para que nadie se diera cuenta que andaba con otra mina…
La primera camioneta que me tuve fue una Ford 1988, 0km. Roja. Su motor era diferente, era más fuerte ya que en ese momento se trataba de una nueva versión del motor Perkins.
¿Y ahora, cuál tiene?
Una Toyota 4×4 modelo ’96, de cabina simple y color blanca. Lamentablemente no la puedo cambiar por la crisis del campo y por todo lo que estamos atravesando ahora.
Si pudiera soñar, ¿qué coche le gustaría tener?
Me gusta la línea VW, especialmente manejar un Bora o un Passat. También me gustan los coches de Toyota, pero ahora vienen con mucho plástico. Para las camionetas me gusta también la línea Ford pero que sean chicas. Antes tuve una Ford 250 y me molestaba mucho: era demasiado grande para estacionar.
“No tengo problemas en meterme en el barro”
¿Es obsesivo para cuidar el auto?
No. El vehículo está al servicio de uno y no uno al servicio del auto. No tengo problemas en meterme en el barro y dejarla así como está. Es más: me encanta manejar fuerte en el barro con tracción simple.
¿Nunca lo paró la policía para hacerle la boleta?
No pasa nada, querido. Ahora me para la Policía y me dejan pasar.
¿Cómo es eso?
Claro, me dejan pasar porque yo los defiendo. Están agradecidos porque yo los defiendo ya que la Municipalidad les paga en negro y por eso se acuerdan mucho de mí. (Risas)
¿Ahora que estamos en verano, cómo ve el estado de las rutas y qué consejos les daría a los argentinos para irse de vacaciones?
Mirá, la mayoría de las rutas están muy mal señalizadas. En la ruta 14 hay curvas a la izquierda que no tienen que tener la doble línea amarilla. Es una crítica que le hago a Vialidad Nacional. Tienen que hacer una línea distinta, hay que tener autopistas para que autos y colectivos vayan por un carril y los autos, por otra autopista paralela. A los argentinos, como consejo les puedo decir que no beban en las rutas, que sean prudentes porque van con sus familias y que revisen bien el coche antes de viajar.
“Armaba motores, tractores, de todo”
Usted tiene un pasado como mecánico. ¿Qué hay de cierto?
Es cierto, cuando era joven fui mecánico y me encantaba esa profesión. Armaba motores, tractores, de todo… Me encanta la mecánica. Mi especialidad era armar cajas de velocidad y embragues. También me gustaba mucho preparar los motores diesel de los años ‘80 y ‘90. Pero hace rato que no lo hago más. Ahora estoy muy desactualizado con la tecnología que tienen los nuevos motores de los coches.