Cómo invertir en tecnología

Modernizar la capacidad productiva es importante, pero de nada sirve hacerlo sin una planificación ordenada. Algunos conceptos para tener en cuenta antes de invertir.

Cuando se menciona este término uno inmediatamente lo asocia a maquinarias nuevas, computadoras, y en general, a bienes de ultima generación. Si bien es correcto lo anterior, la teoría económica lo define de manera más amplia y, si se quiere, más rica, de la siguiente manera: “…es la forma en que se combinan los distintos elementos que contribuyen a una producción, es decir, los recursos, los insumos y las practicas culturales (…) el conjunto de recursos, insumos y prácticas culturales definen las características esenciales de la tecnología empleada”. Con lo que queda claro que tecnología no sólo se relaciona con las máquinas, sino también se incluyen en ella todos los aspectos de una producción, es decir, cuestiones como:

  • Insumos utilizados y su calidad
  • Cultura organizacional
  • Métodos de trabajo
  • Comunicación
  • Poder e influencia
  • Recursos utilizados
  • Combinación equilibrada de dichos recursos
Se desprende entonces de lo anterior que, en un “análisis tecnológico”, no sólo han de tenerse en cuenta cuestiones referidas a los recursos materiales, sino también a los “otros” recursos de la producción:
  • Recursos humanos
  • Recursos financieros
  • Recursos gerenciales
A partir de esto, se puede decir que para la PyME, un avance tecnológico no solo tiene que ver con incorporar una máquina nueva, sino también y principalmente, con la mejora de cuestiones como:
  • Su organigrama
  • Sus sistemas de comunicación
  • Sus sistemas de información
  • Sus sistemas de control
  • Sus sistemas de decisión
  • Sus prácticas culturales
  • Sus métodos de trabajo
  • Sus procesos
Es por ello que un buen estudio de la economía de una empresa intenta diagnosticar ante todo el equilibrio del nivel tecnológico aplicado para cada uno de los recursos en juego. ¿De que valdría comprar la ultima computadora del mercado si no hay quien la opere? ¿Se utilizará su verdadero potencial en los procesos? ¿Para adquirirla se utilizaron recursos financieros que hacían más falta para otras necesidades urgentes de la empresa (por ejemplo, materia prima)? El punto óptimo de funcionamiento de una PyME pasa siempre por encontrar el verdadero equilibrio entre los recursos disponibles, por lo cual queda claro que de nada sirve mejorar o avanzar sobre uno solo de esos recursos, sin hacerlo sobre los demás al mismo tiempo y planificadamente. De ahí que cuando se realiza un estudio tecnológico sobre la economía de una PyME, se pueden encontrar habitualmente, algunos de los siguientes desequilibrios:
  • Deficiencia de los Recursos Humanos: puestos sin cubrir, escasa capacitación, fallas en la comunicación, bajo nivel de motivación, etc.
  • Exceso de los Recursos Humanos: más personas que puestos, capacidades por encima de lo que demandan los puestos, etc.
  • Deficiencia de los Recursos Financieros: falta de efectivo, restringido acceso al crédito bancario y/o de proveedores, crisis frecuentes en el circuito del dinero, etc.
  • Exceso de los Recursos Financieros: dinero parado e improductivo, créditos tomados sin necesidad real, etc.
  • Deficiencia de los recursos Materiales: escaso lugar físico para la actividad, falta de máquinas y herramientas necesarias, falta de vehículos, etc.
  • Exceso de los Recursos Materiales: edificio con zonas sin explotar, máquinas paradas, instalaciones excesivas, etc.
  • Deficiencia de los recursos gerenciales: falta de preparación adecuada, menosprecio de los controles financieros, falta de visión, falta de lectura del contexto, etc.
El resultado óptimo de una PyME se logrará cuando mejor se logre el equilibrio adecuado entre sus recursos de producción y, como postula la “Ley de los rendimientos decrecientes” en Economía, el aumento de un sólo factor, dejando a los otros igual, traerá aparejada una baja en la productividad. Es decir, todo lo contrario a lo que se pretende desde la empresa al momento de realizar una inversión. Tomemos como ejemplo una empresa en la que sin modificar máquinas ni procesos, se incorpora más y más personal. Llegará un momento en que debido a la superposición de tareas y a los conflictos interpersonales, la productividad irá disminuyendo hasta desaparecer. Para las grandes empresas, el acceso a la tecnología constituye su principal estrategia competitiva (liderazgo en costos), ya que al poseer recursos financieros, y poder contar con los mejores recursos humanos, materiales y gerenciales, logran combinaciones de muy alta productividad. Desde cada PyME es preciso competir, no adquiriendo la última tecnología de uno sólo de los recursos, sino más bien, logrando el mejor equilibrio de la tecnología aplicada entre todos los recursos que se poseen. Si esto se lograra -y debido a la gran ventaja competitiva que representa para cada PyME su flexibilidad y su adaptación rápida a los cambios-, seguramente se logrará la estabilidad y longevidad a la que tanto se aspira.

 

Néstor Setzes
Por Néstor Setzes | setzes@ub.edu.ar
Profesor y Técnico Universitario en Administración Pyme
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