El fabricante alemán tiene como objetivo que los vehículos eléctricos representen una cuarta parte de sus ventas en el año 2025.
Audi, que ha tardado en acercarse a los vehículos que funcionan con baterías, va a tratar de invertir ahora alrededor de un tercio de su presupuesto en la investigación y desarrollo de los coches eléctricos, así como los servicios digitales y la conducción autónoma.
Partiendo de la base de que el año pasado la marca alemana vendió cerca de 1,8 millones de automóviles, esta inversión significaría la venta de al menos 450.000 vehículos eléctricos al año.
Para liberar fondos de cara a su nuevo plan comercial, Audi prevé hacer recortes en su programa de coches de combustión convencionales, incluyendo medidas para reducir las variantes de motores y transmisiones específicas de cada país.