Fabricantes aceleran a 220

GM y Ford acaban de anunciar a los cuatro vientos sus respectivas inversiones en productos eléctricos y autónomos, señales definitivas de la apuesta de la industria a la tecnología sin emisiones

 

Los mayores fabricantes de automóviles del mundo, así como los buena parte de los grandes proveedores y players de Sillicon Valley, están invirtiendo más recursos que nunca en una tecnología que todavía representa una pequeña porción del mercado automovilístico, lo que los analistas estadounidenses prefiguran como una “carrera armamentística” en marcha.

Por lo pronto, General Motors pretende eliminar sus emisiones de carbono para 2040. Para ello, como anunció en la reciente edición del CES de Las Vegas, se vale de una inversión de 27 mil millones de dólares en productos EV y autónomos (AV) hacia 2025 con la previsión del lanzamiento de 30 vehículos eléctricos globales para finales de 2025. Su rival de toda la vida no se queda atrás. Ford invertirá al menos 22.000 millones de dólares en electrificación hasta 2025, casi el doble de lo que la empresa se había comprometido anteriormente con los vehículos eléctricos.

A la vez, Google (ver aparte) negocia a varias puntas y en penumbras – Hyundai y Ford, entre ellas- su abordaje de la automoción, mientras Bosch perfila el desarrollo de diferentes tecnologías para descarbonizar la movilidad y Tesla continúa jugando su papel disruptivo al influjo de los caprichos de Elon Musk que, en principio, hasta Marte no paran. Todos ellos moldean una edad de oro para los vehículos eléctricos en el horizonte, con los augurios de una marea verde en Estados unidos bajo la administración Biden y una demanda de los consumidores en China que se dispara en todos los ámbitos.

 

Futuro en voltios

General Motors anunció que planea alcanzar la neutralidad de carbono en sus productos y operaciones globales para el 2040 y se compromete a establecer objetivos con fundamento científico. La compañía firmó el “Business Ambition Pledge for 1.5º C”, un llamado urgente a la acción, contemplado en el Pacto Mundial de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), líderes empresariales e industriales.

“General Motors se une a los gobiernos y compañías alrededor del mundo que trabajan por construir un mundo más seguro, más verde y mejor”, señaló Mary Barra, Chairman y CEO de la automotriz. “Exhortamos a otros a seguir este camino y generar un impacto significativo, tanto en la industria como en la economía”.

Asociado a los objetivos globales de GM para reducir sus emisiones de carbono, la compañía trabajó con el Fondo de Defensa Ambiental, para desarrollar una visión compartida de un futuro totalmente eléctrico, así como el deseo de eliminar las emisiones de sus nuevos vehículos ligeros para el 2035. El objetivo de GM será ofrecer vehículos cero emisiones con una amplia gama de precios y trabajar con todas las partes interesadas, incluido el Fondo, para construir la infraestructura de carga necesaria y promover la aceptación de los consumidores, manteniendo simultáneamente puestos de trabajo de alta calidad, que serán necesarios para alcanzar estos ambiciosos objetivos.

“Con este extraordinario avance, GM está dejando muy claro que tomar medidas para eliminar la contaminación de todos sus nuevos vehículos ligeros para el 2035 es un elemento esencial del plan de negocio de cualquier compañía automotriz”, dijo Fred Krupp, Presidente del Fondo de Defensa Ambiental. “El Fondo y GM han tenido algunas diferencias en el pasado, pero este es un nuevo día para Estados Unidos, ahora la colaboración para alcanzar la electrificación en el transporte, el progreso climático fundamentado en la ciencia y la equidad en oportunidades económicas, pueden hacer avanzar a nuestra nación”.

 

Salta la térmica

 

El uso de productos de GM representa el 75% de las emisiones de carbono. GM ofrecerá 30 modelos de vehículos completamente eléctricos a nivel mundial, para mediados de la década y, en Estados Unidos, el 40% de los modelos de la compañía serán vehículos con batería eléctrica para finales del 2025. GM está invirtiendo 27 mil millones de dólares en vehículos eléctricos y autónomos en los próximos cinco años, superando la cifra de 20 mil millones de dólares planteada antes del inicio de la pandemia por COVID-19.

Esta inversión incluye el desarrollo continuo de la tecnología de baterías Ultium de GM, la renovación de instalaciones como Factory ZERO en Michigan y el centro de manufactura Spring Hill en Tennessee, para construir vehículos eléctricos con piezas creadas alrededor del mundo, e invertir en nuevos sitios, como el Ultium Cells LLC en Ohio, así como en la manufactura y puestos de trabajo relacionados con la ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM).

Más de la mitad del capital para el desarrollo de productos de GM se destinará a programas de vehículos eléctricos y autónomos. Y en los próximos años, GM buscará ofrecer un vehículo eléctrico para las necesidades de cada cliente, desde crossovers y SUVs hasta pickups y sedanes, según analiza el comunicado de prensa de la compañía.

GM también continuará mejorando la eficiencia para sus vehículos tradicionales, de acuerdo con las regulaciones regionales de economía de combustible y de gases de efecto invernadero. Algunas de estas iniciativas incluyen mejoras en la tecnología de economía de combustible, como la función “Stop/Start”, mejoras en la eficiencia aerodinámica, motores más pequeños con mayor potencia, transmisiones más eficientes y otras más, incluyendo la reducción de masa y neumáticos con menor resistencia al rodar.

 

Energía renovable

Para reducir emisiones en sus propias operaciones, GM proveerá de energía 100% renovable a sus instalaciones en Estados Unidos para el 2030, y a nivel global para el 2035, lo que representa alcanzar cinco años antes el objetivo global de la compañía anunciado anteriormente. Hoy en día, GM es el décimo mayor comprador de energía renovable en el mundo, y en 2020, por ello, la compañía recibió el “Green Power Leadership Award”, otorgado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos.

Si bien los vehículos eléctricos no emiten emisiones por el tubo de escape, es fundamental que estos se carguen con electricidad proveniente de fuentes renovables, como energía solar y eólica. GM ha trabajado con empresas y desarrolladores para apoyar las inversiones en energía renovable que se encuentran alrededor de las comunidades donde existen instalaciones de la compañía, a través de acuerdos de compra de energía y tarifas verdes. También está trabajando con EVgo para triplicar el tamaño de la red pública de cargado rápido en Estados Unidos, mediante la instalación de más de 2.700 nuevos cargadores rápidos para finales del 2025. Esta medida ayudará a acelerar la adopción generalizada de vehículos eléctricos. Los nuevos cargadores rápidos serán alimentados con energía 100% renovable. GM cree que el sector energético se encuentra bien encaminado hacia una red descarbonizada, y que alcanzará un futuro totalmente eléctrico.

 

 

Face to face

El otro gigante de la industria americana, Ford Motor Company, anunció su intención de   apostar al liderazgo en la revolución de los vehículos eléctricos y desarrollo de la conducción autónoma. “Ahora estamos asignando un capital combinado de 29.000 millones de dólares y un enorme talento a estas dos áreas, y trayendo a los clientes SUVs, furgonetas comerciales y camionetas eléctricas conectadas de gran volumen”, anticipó el Presidente y CEO de Ford, Jim Farley.

Ford invertirá al menos 22.000 millones de dólares en electrificación hasta 2025, casi el doble de lo que la empresa se había comprometido anteriormente con los vehículos eléctricos. Farley dijo que la empresa está “totalmente comprometida” y que “no cederá terreno a nadie” en el desarrollo y entrega de vehículos eléctricos conectados y servicios en áreas principales de fuerza para Ford: camionetas, furgonetas comerciales y SUV.

“Estamos acelerando todos nuestros planes: romper las limitaciones, aumentar la capacidad de las baterías, mejorar los costos y la introducción de más vehículos eléctricos en nuestro plan de ciclo de productos”, dijo el directivo. “La gente está respondiendo a lo que Ford está haciendo hoy, no lo que hará algún día”.

El Mustang Mach-E, en rigor, está recibiendo un extraordinario feedback de los clientes y de la crítica, y le seguirán la primera furgoneta comercial E-Transit (a finales de 2021) y una camioneta F-150 totalmente eléctrica (a mediados de 2022). La estrategia de electrificación será fundamental para la marca de lujo Lincoln y la línea comercial Transit.

 

Asociación libre

El desarrollo y la entrega de vehículos conectados de Ford se verán reforzados por una nueva asociación de seis años con Google, según anunció la automotriz. Las dos empresas están creando un grupo de grupo de colaboración – Team Upshift – para desbloquear las experiencias personalizadas de los consumidores, y crear y aprovechar al máximo las oportunidades basadas en los datos. La relación ayudará a Ford a acelerar su transformación en áreas clave: modernizar las operaciones, cambiar la forma de hacer las cosas, asociarse para obtener experiencia y eficiencia, y crear productos y servicios imprescindibles, a través del sistema operativo, las aplicaciones y los servicios de Google.

A medida que los vehículos eléctricos se conviertan en el elemento principal de la gama de Ford, la capacidad de fabricación dedicada a ellos se expandirá por todo el mundo. Hasta la fecha, la empresa produce vehículos eléctricos o tiene previsto hacerlo en

Michigan (F-150); Missouri (E-Transit); dos plantas en Canadá (SUVs); y México y China

(Mach-E), a las que seguirán otras.

A fines del año pasado, los clientes de Estados Unidos comenzaron a recibir el Mustang totalmente eléctrico Mach-E; el Bronco Sport y el pick-up F-150, que se espera que contribuyan significativamente a los resultados de 2021.

A mediados de enero, el Mustang Mach-E y la F-150 fueron nombrados Utilitario y Camión del Año 2021, respectivamente.

 

Otras alternativas

 

La neutralidad tecnológica se convirtió en uno de los caballitos de batalla del gigante tecnológico Bosch. En rigor, fue el principal tema de debate en la mesa redonda impulsada por la compañía bajo la denominación “Neutralidad tecnológica para una movilidad sostenible, la realidad de las diferentes tecnologías de propulsión”. Este término es el que la compañía utiliza para englobar las diferentes tecnologías existentes para hacer frente a los problemas que plantea el aumento de las emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera.

Bosch estima que el 67% de todos los nuevos vehículos que se venderán en 2030 seguirán teniendo un motor de combustión, con o sin hibridación. Por eso, la compañía quiere poner de manifiesto la importancia de incorporar los combustibles sintéticos, eFuels, como una alternativa que puede permitir que estos vehículos sean neutros en emisiones de carbono.

El hidrógeno es una oportunidad histórica. “Tenemos cinco soluciones de electrificación, pues cada cliente tiene sus necesidades y son compatibles, no excluyentes”, recordó Ricardo Olalla, Vicepresidente de Ventas Mobility Solutions de Bosch para España y Portugal. “Los vehículos de combustión, apoyados por las diversas hibridaciones que ofrecemos, tienen mucho que decir en los próximos años. En cuanto a eléctricos puros, añadimos a las baterías nuestra pila de hidrógeno. Será la mejor opción para una parte significativa de clientes en cuanto esté disponible una red inicial de hidrogeneras, por sus imbatibles tiempos de carga y gran autonomía. Bosch prevé que, en el año 2030, hasta el 20% de todos los vehículos eléctricos nuevos dispondrán de pila de combustible, sobre todo, en lo referente a grandes camiones pesados dedicados al transporte de mercancías de larga distancia.

 

Un visionario ahí

 

A Elon Musk nadie lo corre con los enchufes. El presidente y cofundador de Tesla aprovechó el Tesla Battery Day de septiembre pasado para escenificar uno de sus clásicos anuncios de alto impacto. Primero prometió que iba a reducir a la mitad los precios de las baterías con lo que abaratará el precio de un vehículo eléctrico y autónomo en tres años. De este modo, prepara la pista para un Tesla de 25.000 dólares “equivalente, pero mejor” que un coche con motor a nafta, en línea con su papel de filántropo del futuro y así cumplir su ambición de “democratizar” el vehículo eléctrico. Pero no se queda ahí. Este año trascendió que la marca se asoció con Samsung para desarrollar un nuevo chip para conseguir la conducción autónoma total en sus coches eléctricos. Está en todas.

 

 

 

 

 

 

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