Los conflictos no son malos e inevitables. El asunto es poder solucionarlos correctamente.
Al tratar con personas tarde o temprano habrá que lidiar con conflictos. El conflicto no es algo inherentemente malo. Simplemente se debe a diferentes puntos de vista. Como no hay dos personas que vean el mundo de la misma forma, el desacuerdo se vuelve algo normal. De hecho, cualquier persona que esté siempre de acuerdo con usted, probablemente este diciéndole los que usted quiere oír y no necesariamente lo que en realidad cree.
Aspectos emocionales
La razón por la que el conflicto es temido es por los aspectos emocionales que con conlleva. Cuando hay conflictos significa que hay desacuerdos entre dos o más personas, los que por lo general son en relación a intereses o ideas que son personalmente significativas para uno o todos los involucrados.
Los conflictos no administrados pueden llevar a malos sentimientos e incluso violencia. La clave para solucionarlo de manera efectiva es aprender las habilidades necesarias para convertirse en alguien bueno en la resolución de conflictos.
Existen tres áreas en las que ocurren los conflictos en los negocios
- Relaciones interpersonales
- Reuniones
- Negociaciones
Reglas para el desacuerdo diplomático Sin importar el tipo de conflicto con el que esté lidiando, existen varias reglas generales que se deben seguir si se quiere llevar armonía a una situación volátil.
- Reflejar su entendimiento de la posición u opinión de la otra parte. Esto comunica que está oyendo su opinión y tomándola en cuenta antes de explicar la suya.
- Permitir que la otra parte sepa que se siente valorada como persona aun si su opinión es diferente a la suya. (”Comprendo, aprecio, respeto, etc.”) Esto comunica que escucha y respeta su opinión.
- Aclarar su posición u opinión. “Siento, pienso, quiero, etc.” Esto comunica que no está de acuerdo pero que valora la opinión del otro, y que quiere intercambiar ideas con comodidad, no como un concurso de superioridad.