Según los expertos de Glass´s Guide, una empresa de valoración de usados que funciona desde 1933, los coches eléctricos sufrirán una gran depreciación.
Argumentan que, siendo las baterías el componente más caro del vehículo y que tienen una vida limitada, en cinco años estos coches valdrán el 10% de su valor como nuevos.
En el mismo plazo, un coche con motorización convencional mantendría un valor en torno al 25%. Ese problema se podría evitar con un régimen de renting, ya que el costo de reemplazar las baterías no sería afrontado por el cliente. Asumen una vida media para las baterías de ocho años.