La decisión

Un paso previo a toda acción que debe ser pensado con responsabilidad y conciencia.

Si se puede identificar claramente un aspecto clave en la tarea gerencial, es el hecho de tomar decisiones….ahora bien, la pregunta sería: ¿cómo hacerlo? La Administración como ciencia realiza aportes valiosísimos en ese sentido, ya que se define allí que decidir no es simplemente elegir, sino mas bien un proceso continuo que consiste en cuatro etapas:    1. Encontrar ocasiones para tomar la decisión, esto es, identificar la situación a modificar o el problema a resolver.    2. Hallar posibles caminos de solución, lo que implica evaluar distintas alternativas para lograr el objetivo, sin dejar de tener en cuenta la visión de la empresa, expresada a través de su misión y objetivos institucionales.    3. Elegir una de éstas alternativas.    4. Evaluar posteriormente a la acción, los resultados logrados en función de los objetivos. Ahora bien, veamos de qué se trata cada etapa:

Identificar el problema

Implica hacer los análisis necesarios previos a la decisión, en pos de averiguar a ciencia cierta “que es lo que pasa realmente” o mejor dicho “que es lo que hay que cambiar”. Si bien no se trata de una ciencia exacta, siempre que se cuente con la mayor cantidad de datos válidos para hacerlo, será menor el riesgo de error. Cuando se analiza una situación, es imprescindible tomarse el tiempo necesario para llegar a la detección correcta del problema, y estrictamente necesario quitar emociones del medio, ya que cuando las emociones se mezclan, los análisis tienden a deformar la realidad. Es muy habitual que buenas acciones, derivadas de decisiones aparentemente brillantes, no lleven a los resultados esperados simplemente porque no se identificó el problema claramente. Es el aspecto mas delicado de la decisión y al que paradójicamente menos tiempo se le brinda. Identificar correctamente el problema significa tener en mano el 50% de la solución.

Buscar distintas alternativas

E simplemente (una vez identificado claramente el problema), imaginar escenarios futuros según distintas soluciones a aplicar. Se dice que para cada problema existen infinitas soluciones. Hallarlas depende de la “racionalidad limitada” de la persona que decide. Dicha racionalidad se ve ampliada cuando se participa a terceros que comprenden y saben del tema. Dichos terceros pueden ser empleados, expertos externos, amigos, etc. Cuando se analizan alternativas de solución en equipo, la racionalidad limitada de todos se suma y se potencia. De allí el porqué del liderazgo democrático como el mas productivo, y a la vez, el mas difícil de lograr. Es muy efectivo anotar las alternativas que se plantean. Cuando se trabaja en equipo se utiliza la técnica de “tormenta de ideas”, donde todos aportan lo que primero se les viene a la mente como posible solución, evitando las limitaciones que uno se impone antes de opinar derivadas de no quedar en ridículo o pasar por inexperto. De todas las posibles soluciones anotadas, se evalúan las mas adecuadas, sobre las cuales es necesario armar un “análisis de sensibilidad”. Dicho análisis consiste en imaginar escenarios futuros según las distintas acciones a aplicar. Los ejes de un análisis de sensibilidad son el financiero y el estratégico.

Elegir una alternativa

Es tomar la decisión propiamente. Es la consecuencia natural de los dos pasos anteriores. La alternativa elegida, debe ser definida en soledad por quien decide, para lo cual se requiere de tiempo y de no mezclar emociones y pasiones, ya que la razón es siempre la única y verdadera aliada de quien decide. Debe tenerse en cuenta que la opción elegida no debe estar contrapuesta con los objetivos institucionales y la misión de la empresa.

Evaluar resultados

Implica esperar un tiempo luego de la aplicación de la decisión tomada y volver sobre el tema para verificar que se logró lo esperado. De no ser así, el proceso debe comenzar nuevamente. Es menester tener en cuenta que al haber siempre tantas variables en juego que no se conocen ni se controlan por parte de quien decide, se debe tener siempre como posibilidad cierta el error, y de allí la importancia de una correcta evaluación posterior. Si se conoce entonces el proceso decisorio, sus pasos, sus “secretos” y sus técnicas, se logrará seguramente mas productividad para la empresa y una mejora significativa del recurso gerencial, a partir de una aplicación efectiva de éstos saberes tan importantes en la tan difícil y apasionante tarea de dirigir una PyME.

 

Néstor Setzes
Por Néstor Setzes | setzes@ub.edu.ar
Profesor y Técnico Universitario en Administración Pyme
]]>

Podes compartir esta nota

Contacto

Un sitio multimedia integral enfocado específicamente al aftermarket, la postventa y la industria automotriz con la información compendiada y resumida como ningún otro medio lo puede ofrecer, con noticias elaboradas por un equipo de profesionales con corresponsales en Brasil y México. 

Por favor, activa JavaScript en tu navegador para completar este formulario.