México: pro y contras de un peso fuerte en la industria automotriz y de autopartes

A pesar de las fluctuaciones que registra el tipo de cambio entre el peso y dólar, cuya tendencia apunta más hacia la apreciación, el sector automotriz mexicano se ha fortalecido y supera los niveles de producción y exportaciones que registraba antes de la crisis de 2008.

La apreciación del peso no ha tenido todavía un efecto que prenda alarmas en el sector, asegura Eduardo Solís Sánchez, presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), al resaltar que lo más importante es que se ha mantenido su competitividad.
 
No obstante, "para nosotros la estabilidad del peso ha sido un tema fundamental, por supuesto que los movimientos del tipo de cambio afectan a nuestro sector, que es altamente exportador y, por otro lado, nuestros insumos se cotizan en dólares".
 
El principal mercado para los productores de autos en México no es el mercado nacional, que a mediano y largo plazos podría ser atractivo, y en esa parte se disipa un poco el tema de tipo de cambio; de corto plazo, sin embargo, todos los sectores exportadores verían bien que el peso se estabilizara en estos niveles.
 
Una apreciación por el lado de insumos puede tener un efecto benéfico en pesos, pero por el lado de las exportaciones, las encarece. En la medida en que se mantengan los márgenes en los que cotiza hasta ahora, no tiene un efecto importante en la industria, pero se debe seguir de cerca su evolución.
 
La industria automotriz mexicana está claramente posicionada en el exterior, al ser el décimo fabricante mundial. "El año pasado trajimos divisas netas por 20,000 millones de dólares y nos colocamos por encima del turismo y de las remesas, e incluso a los niveles del comercio internacional que tenemos del petróleo", dijo.
 
El movimiento del peso no es factor que afecte al sector en este momento, que "está trabajando de manera sorprendente", dice Armando Bravo, director del Centro de Desarrollo de la Industria Automotriz, aunque aclara que depende a quién se le pregunte.
 
Por ejemplo, el sector autopartes realiza importaciones y le resulta relativamente más barato porque el peso se está fortaleciendo. Tomando en cuenta que los salarios se pagan en moneda nacional, una vez terminada la producción y se procede a exportar, traducir el costo a dólares se convierte en un importe relativamente alto.
 
Bravo reconoce que unos cuantos centavos de movimiento en el tipo de cambio son suficientes para causar un cambio.
"Somos un país exportador, el 80% de la producción va al extranjero y nuestra mano de obra, aunque sea barata, se está pagando en pesos y eso en dólares implica un incremento, por eso se habla de que un peso muy fuerte no favorece tanto a un país exportador, pero creemos que el movimiento del peso será pasajero y es prematuro aventurarse".
 
Fuente: CNNExpansión

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