Para el fin de semana: Los más tremendos chistes de oficina

-Señor gerente, vengo a pedirle un aumento de sueldo, porque me he casado.
-Lo siento, pero la empresa no responde por desgracias ocurridas fuera del horario de trabajo.
-¡García! ¡Esta es la cuarta vez que llega tarde esta semana! ¿Qué debo concluir de ello?
-¡Que hoy es jueves, jefe!
JEFE: Por favor no le diga a nadie lo que le estoy pagando
EMPLEADO: Quédese tranquilo porque a mí también me da vergüenza.
-El año pasado la dirección de la empresa ofreció un premio de 10 mil dólares a aquel empleado que aportara la mejor idea para que la empresa gane dinero. 
-¿Quién ganó?
-Uno que dijo: “bajen el premio a 10 dólares”.
El jefe le dice al empleado:
-No sé lo que haríamos sin usted en esta empresa, pero a partir de hoy vamos a probarlo.
En la oficina:
-¡Señor Pérez! ¿No sabe que está prohibido beber durante las horas de trabajo?
– No se preocupe jefe, ¡no estoy trabajando!
Un joven fue a una entrevista para un trabajo nuevo. El Jefe de Personal le dice:
-Bien, joven: los primeros seis meses usted ganará 300 dólares y luego ganará el triple.
El joven se levanta y contesta:
-Disculpe, prefiero venir dentro de seis meses.
-El director de una oficina le dice al nuevo empleado: 
-¿Le ha dicho ya el contador cuál es su tarea? 
-Sí, señor, despertarlo cuando vea que viene usted. 
Extractado del libro “Chistes de oficina” de Aníbal Litvin, V&R Editoras

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