Algunos famosos prefieren los últimos modelos. Pero otros tienen otros gustos: manejar viejitos» que se ven espectaculares. «
Kate Moss, modelo hermosa y de renombre tiene sus autitos modernos. Pero adora su Rolls Royce Clásico Silver Shadow. El sedán de lujo se comenzó a producir en 1965 y costaba apenas un poco más de 11.000 dólares. Su nombre originalmente iba a ser Silver Mist, la superación del Silver Cloud que lo predecía, pero luego se cambió a Shadow porque Mist en alemán quiere decir estiercol.
Arnold Schwarzenegger ya deja la gobernación de California y puede dejar de hablar de motores “verdes". Porque es un fanático de la vieja escuela. Y cuando no anda por ahí en su flota de Hummers, se lo puede ver en Hollywood en un clásico Excalibur. Construido en los 60´s en Wisconsin, fue modelado en base al Mercedes SS de 1928 pero montado sobre el chasis de un Studebaker con un motor Chevy 5362cc.
Mathew McConaughey y su Chevy Camaro Z28. Mientras que la mayoría de las estrellas de cine se están volcando a vehículos híbridos amigables con el medio ambiente, McConaughey se fue a la otra punta con su auto de alto rendimiento diseñado para competir con el exitoso Ford Mustang. La diferencia entre el Z28 y el Camaro estándar es una capota con toma de aire y una puerta que se abre completa y, claro, un gran sticker que dice Z28 en el interior.
Ya hablamos de Kate Moss y su Rolls. La australiana Elle Macpherson fue vista conduciendo en Londres a bordo de su clásico Aston Martin DB5 Convertible. La versión descapotable del DB5 fue estrictamente limitada a 123 autos durante sus dos años de producción entre 1963 y 1965. De ese número, sólo 19 llevan el volante del lado derecho.
]]>