El fabricante japonés trabaja con entornos simulados para desarrollar un sistema de conducción semiautónoma capaz de tomar el control ante situaciones de peligro.
Los investigadores de Toyota están desarrollando lo que llaman un sistema de «ángel de la guarda» que asumirá automáticamente el control de un vehículo, o ajustará sutilmente las acciones del conductor, para evitar situaciones de peligro. A diferencia de otras empresas que trabajan en los coches autónomos, el fabricante automovilístico japonés concibe la combinación de conducción autónoma y humana como un paso clave hacia la autonomía total.
«De la misma manera que funcionan los sistemas antibloqueo de los frenos y el frenado de emergencia, existe un conductor virtual que intenta asegurar que no sufras un accidente al quitarte temporalmente el control», explica el CEO del Instituto de Investigación de Toyota (TRI por sus siglas en inglés), Gill Pratt, una empresa que el fabricante creó el año pasado con 1.000 millones de dólares de inversión destinados a investigaciones sobre conducción autónoma, inteligencia artificial y robótica.