Faurecia ha puesto en marcha un proyecto denominado ‘Intuición’ que cuenta con la colaboración con la Universidad de Stanford y que pretende desarrollar asientos inteligentes para los coches autónomos.
La idea pasa porque el conductor pueda relajarse al máximo mientras el piloto automático esté conectado, recostándose, estirarando las piernas o disfrutando de un masaje mientras la ambientación interior también cambia para hacer la atmósfera más agradable.
Pero sin duda lo más novedoso de ‘Intuición’ es que estos asientos serán capaces también de reconocer cuando el conductor tiene que estar a los mandos del coche y mediante numerosos sensores controlarán su frecuencia cardiaca, la respiración y otros parámetros para saber si es necesario activarlo. Gracias a esta función que Faurecia denomina ‘Active Wellness’ y que en definitiva, monitoriza al conductor, el vehículo podrá recomendarle que se relaje y deje el control del volante al vehículo o será capaz de emitir vibraciones y otras alertas para despabilarlo.