Tiempo de desafíos

Este fin de año se nos presenta con un interrogante hacia el futuro inmediato.

Las noticias con las que nos bombardean cotidianamente nos muestran un panorama mundial incierto y complejo.
Como dice nuestro director de negocios: le criticamos a nuestros gobernantes (entre otras cosas) no tener un plan, no comunicar las cosas con claridad y, sobre todo, no reunirse con sus pares –otros políticos- para intercambiar ideas y opiniones.

Mirando desde nuestra actividad, creo que es bueno también que nos preguntemos si en nuestro negocio tenemos un plan, si se lo comunicamos con claridad a nuestros clientes y proveedores, y, fundamentalmente, si nos reunimos con nuestros pares para trabajar en conjunto.

Creo que esta situación la podemos ver negativamente, o como un desafío a nuestra inteligencia (como sociedad y como emprendedores).

Frente a nosotros se abre un tiempo de desafíos, del que podremos salir victoriosos.

Para que ello así suceda, es el momento de planificar, comunicar y de crear alianzas estratégicas que nos permitan salir fortalecidos y preparados para los mejores tiempos (que invariablemente regresan, como bien sabemos los argentinos por experiencia)

Planificar no es complicado ni una ciencia oculta, que sólo pueden acometer las grandes empresas.
Es parar la pelota, mirar hacia atrás y tomar debida nota de las cosas que hemos hecho bien y mal en circunstancias similares.

De ambas cuestiones tomar nota (si, anotarlas) y utilizarlas para armar una hoja de ruta de nuestro negocio: Cómo administrar mejor el inventario, cuánto más (si, CUANTO MAS) queremos vender, cómo vamos a mantener a nuestros clientes, recuperar a los perdidos y ganar nuevos.

También, cuando esto lo tengamos por escrito, reunirnos con nuestros proveedores y contarles que vamos a hacer, y negociar con ellos como alcanzaremos esos objetivos JUNTOS. Y luego, reunirnos con nuestros clientes, para hacer lo mismo: cómo trabajaremos con ellos para no perder ventas.

Y lo más importante: reunirnos con colegas, para intercambiar las experiencias de cada uno, y crear alianzas estratégicas que sustenten y potencien la actividad de todos.

Suena raro para nosotros, todos Argentinos y desconfiados por naturaleza, este razonamiento. Pero es el que han utilizado en otras latitudes (que soportaron situaciones mucho más duras –como guerras-) y salieron airosos y fortalecidos.

Que esto suceda, está en cada uno de nosotros.
¡Felices fiestas y un muy buen año! Hasta la próxima,

 

Natalio Borowicz
Por Natalio Borowicz
Director
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